jueves, 21 de febrero de 2013

Sanación con gatos

Conmemorando el 20 de Febrero, el cual se ha señalado como el Día Internacional del Gato, comparto con ustedes interesante información sobre las capacidades sanadoras de los gatos, espero disfruten esto tanto como yo lo hice.



Es común para los amantes de los gato saber la capacidad que ellos tienen
para disminuir el estrés o calmarnos cuando nos sentimos mal. ¿Cuántas veces
llegas a tu casa deprimid@ y luego los gatos entran en la habitación, se
acurrucan al lado y comienzan a ronronear? ¿Puede ser que efectivamente,
sientan nuestro dolor y quieran ayudarnos a aliviarlo? ¡Pues bien, para los
que amamos los gatos es un hecho que lo hacen!. Lo más sorprendente es que
la investigación científica actual demuestra que un ronroneo de gato puede
ayudarnos a sanar.

 
Sobre la base de la investigación científica - un estudio realizado por
Elizabeth Von Muggenthaler, Especialista en Bioacústica en el Instituto de
Investigación de la Fauna de Comunicaciones de la Universidad de Carolina
del Norte - Estudió el ronroneo de un gato midiéndolo en un rango de
frecuencia de 25 a 40 Hercios por segundo (Hz). La exposición a frecuencias
de 20 a 50 Hz aumenta la densidad ósea, alivia el dolor, los músculos y
sana. Otro estudio también reveló que los gatos tenían ronroneo frecuencias
entre 20 Hz y 200 Hz, en particular 25 Hz, 100 Hz, 125 Hz y 150 Hz! Los
resultados indicaron que a pesar del tamaño y la genética diferentes, todos
los gatos tenían frecuencias ronroneo muy fuertes que caían dentro del rango
de una multitud de frecuencias terapéuticas.

 
El ronroneo se ha relacionado con el alivio del sufrimiento en las personas
con dolor agudo y crónico, la generación de crecimiento de nuevo tejido,
mejorando la resistencia del tejido de heridas, mejorando la circulación
local y la oxigenación, lo que reduce el crecimiento bacteriano e inhibe la
hinchazón.

 
"Si pones un gato en la misma habitación con un montón de huesos, los huesos
se curan", reza un adagio de la antigua veterinaria. Pregunte a cualquier
cirujano ortopédico veterinario sobre lo relativamente fácil que es reparar
fracturas de huesos de gato, en comparación con los perros. Ellos le dirán
que los gatos no sufren casi el número de enfermedades ortopédicas o de los
ligamentos y los traumas musculares como la experiencia del perro, incluso
son raros los casos de no unión de fracturas óseas en los gatos. Los
investigadores creen que el ronroneo de un gato es el mecanismo de
auto-sanación detrás de estos hechos.

 
Existe una amplia documentación que sugiere que las bajas frecuencias
vibracionales, en baja intensidad, son terapéuticas. Estas frecuencias
pueden ayudar en el crecimiento óseo, promover la curación de la fractura y
la movilidad de las articulaciones, aliviar el dolor, promover el tendón y
la fuerza muscular y la reparación, y ayudar en la reducción de la
hinchazón. Estos datos sugieren que las frecuencias de 25 y 50 Hz son las
mejores frecuencias para la promoción de la resistencia ósea, con 100 Hz y
200 Hz es el segundo mejor. La exposición a estas señales eleva la
resistencia ósea en aproximadamente un 30%, y aumenta la velocidad a la que
las fracturas curar.

 
Para efecto de probar la teoría de los beneficios terapéuticos de un
ronroneo de gato , los científicos, para medir el ronroneo del gato
doméstico y cómo la vibración ronroneo se extiende por todo su cuerpo;
utilizaron monitores extremadamente sensibles para este propósito.

 
Estos monitores fueron montados con adhesivo, que no necesita alimentación
externa, se aislaron del suelo y los gatos NO FUERON PERJUDICADOS DE MANERA
ALGUNA. Los medidores pequeños fueron colocados directamente sobre la piel
de los gatos. Los monitores se estabilizaron utilizando pegamento lavable
cosmético y esparadrapo. Cada sesión de prueba duró entre 6 y 10 minutos.
Durante la fase de prueba, los gatos fueron descansando cómodamente en las
mantas y se les animó a ronronear de vez en cuando les acariciaba. Los datos
se adquirieron a continuación, y se analizaron.

 
Es bien conocido por amantes de los gatos que son curanderos pequeños de la
naturaleza. El hecho de que los gatos en este estudio producen las
frecuencias que se han demostrado para mejorar el tiempo de curación, la
fuerza y la movilidad, se podría explicar cómo nuestros gatos de alguna
manera simplemente "saben" cuando estamos mal. Al no hacer nada más que
descansar cómodamente junto a nosotros mientras nos recuperamos, su ronroneo
actúa como un sistema de vibración terapéutica que nos ayuda a sanar mucho
más rápido, el dolor y la incomodidad y, potencialmente, incluso fortalecer
nuestros cuerpos para prevenir las enfermedades óseas.

 
Deje a los gatos sentarse o tener siesta en nuestro regazo o el estómago.
Ellos saben muy bien qué hacer para cumplir su misión, que se refiere como
su "parte" en nuestra vida. Así que si un día no te sientes bien,
simplemente acurruquémonos en el calor de nuestras camas con los gatos. La
evidencia demuestra que no sólo es éste un pasatiempo y una experiencia
agradable cuando estamos mal, también que hay numerosos beneficios
terapéuticos para el cuerpo también.

martes, 5 de febrero de 2013

Lo que significa ser un expectador por el Dr. Wayne Dyer

 
 
Tómese un momento para reflexionar sobre cómo se ve a sí mismo. Mientras lo
hace, piense en lo que significa decir: Estaba diciéndome a mí mismo que..».

Descubrirá que la frase da a entender que usted es dos personas. 

Una persona es el «yo» que estaba diciendo. La otra es el que recibía las
palabras del que hablaba. El yo le hablaba al mí mismo, cosa que, cuando uno
examina sus diálogos internos, se hace centenares de veces al día. Cuando se
cultiva la condición de espectador uno se aparta tanto de la posición del yo
como de la del mí mismo. 

Aquí, desde un espacio invisible, ajeno a su cuerpo físico, el espectador
se desprende de todas las emociones, sentimientos y comportamientos. Desde
ahí, el espectador observa amorosamente el acontecer de toda su vida. 
Hace varios años traté un caso en el que la paciente sufría lo que ella
llamaba tristeza terminal. Estaba siempre deprimida. Describía sus
sentimientos con frases como: «Todas las partes de mi ser están deprimidas.
Estoy deprimida cada día, en todo momento. Me despierto deprimida y me voy a
dormir deprimida. Al parecer no puedo librarme de esta terrible sensación de
depresión». 

Un día le formulé una pregunta que se convirtió en el punto de inflexión de
su tristeza. 

Dígame, ¿ha estado advirtiendo esta depresión con mayor
frecuencia en las últimas semanas? 

Ella respondió: 

Sí, he advertido que cada vez se expande más. 

Ahora piense con cuidado antes de responder -proseguí yo - ¿La persona que
advierte eso está deprimida? - Ella me pidió que repitiera la pregunta ¿La
persona que advierte eso está deprimida? - repetí. 

Quedó demasiado desconcertada como para responder. Pero por primera vez fue
capaz de contemplar que existía otro aspecto de ella misma aparte de la
depresión. 

Ese aspecto era la parte de ella misma que advertía la depresión. Esta que
la advertía era la testigo, la observadora, que no había sido atrapada por
la depresión. Esa entidad invisible, sin fronteras, era su yo espiritual.
Antes de aquella sesión, la mujer nunca había conocido esa parte de sí misma

Pasé meses enseñándole a dejar de identificarse con los pensamientos y
sentimientos deprimentes. Aprendió a desprenderse de ellos y observarlos
desde la posición del espectador comprensivo, con independencia de sus
pensamientos y de su cuerpo físico. 

Convertirse en espectador supone un acto de amor. Nos saca del mundo de
fronteras y formas y nos permite entrar en un espacio de amor puro. 
Así pues, comience ahora a advertir realidades de su vida. Advierta lo
plácido que se siente, o cuánta ansiedad tiene. Advierta su apariencia
física. Cuánto pesa, lo en forma que se siente y el grado de fatiga.

Advierta cuánto tiempo quiere pasar con su familia, en su trabajo, viajando,
jugando y rezando. 

Déjese penetrar por todo lo suyo. ¡Sus uñas, sus hábitos de conducción, su
jardín! 

Ahora examine el número de veces que he usado la palabra «advierte».
Recuerde que existe una actividad llamada advertir, y que incluye al que
advierte y al que es advertido. Entonces, concéntrese en ser el que advierte
y acostúmbrese a acudir a ese lugar de su conciencia durante su vida
cotidiana. 

¿POR QUÉ DARLE LA BIENVENIDA A LA CONDICIÓN DE ESPECTADOR? 

«En mi mundo, nunca nada va mal.» Estas palabras fueron pronunciadas por
Nisargadatta Maharaj en respuesta a una entrevistadora que, exasperada, le
pidió a Maharaj que hablara de los problemas de su vida. 

Para mí, es la afirmación de mayor fuerza que haya oído jamás. La tengo
presente cada día de mi vida y he hecho colgar una reproducción de la misma
en un lugar estratégico de mi despacho como recordatorio de su supremo valor

La entrevistadora insistió en que Nisargadatta tenía que tener problemas
como todos los otros seres humanos. Nisargadatta le dijo: 

Usted no tiene ningún problema, sólo su cuerpo tiene problemas... En su
mundo, nada perdura; en el mío, nada cambia. 

¿Por qué diría este iluminado maestro que en su mundo nada iba nunca mal? Yo
creo que se debía a que estaba hablando desde la posición del espectador
comprensivo. 

Dentro de todos nosotros existe la dimensión eterna e inmutable de nuestro
yo espiritual. Este es el yo invisible que le habla al yo físico. Es el
pensador de los pensamientos. Este observador comprensivo no se revela con
instrumentos científicos y no aparece en las autopsias. 

Cuando uno es realmente capaz de creer en el dominio espiritual del
espectador, entonces nada va mal porque el mal no carece de sentido para el
observador. Todo tiene su orden. Nada se cuestiona desde esa perspectiva. Es
como vivir en el paraíso, donde están la eternidad y el alma, al tiempo que
uno se encuentra en el cuerpo físico. Pero en este espacio, el cuerpo no es
el centro de la existencia. 

No estoy sugiriéndole que se retire y se deshaga de todas sus posesiones
materiales con el fin de hallar esa clave para la conciencia superior,
aunque, desde luego, es una posibilidad. En cambio, quiero que considere
cómo estas palabras de «nunca nada va mal», de «no tener problemas» y de
«vivir en el mundo de lo inmutable» pueden aplicarse a su despertar
espiritual. 

Hay muchísimo qué aprender de estas ideas. Cultivar la condición de
espectador le pondrá en el sendero donde su Yo Superior comienza a influir
sobre su ego físico en lugar de que suceda lo contrario. 

Como dice Maharaj: «Dedícale toda tu atención, examínalo con amoroso cuidado
y descubrirás alturas y profundidades del ser con las que no has soñado,
absorto como estás en la insignificante imagen de ti mismo». 

Estas palabras describen el poder y el valor de cultivar la condición de
observador.- 

Del libro TUS ZONAS SAGRADAS, del Dr Wayne Dyer, pag 119 a 121