viernes, 11 de enero de 2013

Meditación



La Meditación es una herramienta muy valiosa para el mantenimiento y la recuperación de la salud integral de las personas. Es un método que está al alcance de todos, ya que simplemente se trata de utilizar la propia energía curativa interior.

Vivimos en un mundo vertiginoso, rodeados de agresividad, competencia, celeridad, aferrados a la posesión de bienes materiales, inmersos en actividades y preocupaciones externas laborales. La Meditación rompe esta forma habitual de operar, nos lleva a un estado de tranquilidad, sin deseos de poseer, sin competitividad, sin miedos, libre de preocupaciones e inquietudes, por lo tanto no solo logramos beneficios en el cuerpo físico sino también en las demás áreas.

 

Meditación Curativa

La meditación curativa tiene una esfera muy amplia de técnicas. Podemos estar en movimiento o inmóviles, podemos estar en silencio o usar la voz, sea cantando, recitando o emitiendo sonidos curativos. Podemos concentrarnos en visualizaciones, en las sensaciones del cuerpo, en sonidos exteriores, en absorber energía de la naturaleza etc., podemos usar técnicas taoístas o budistas (en concreto del budismo tibetano o del budismo chan). Tiene un sinfín de posibilidades ya que respondemos de forma inmediata cuando la mente manda las informaciones apropiadas. 

La meditación curativa no pretende sustituir a la medicina alopática. La palabra "curativa" hace referencia aquí básicamente a unificar cuerpo, emociones y mente. El propósito es armonizar la energía, lograr importantes mejoras en los niveles de atención, cognición, emoción y reacción al estrés. Con la meditación curativa podemos trabajar también temas muy concretos propios de cada persona, sean emocionales o físicos, siempre desde la conciencia.


Meditación en la Ciudad


Se suele asociar el acto de meditar a estar sentado en un lugar tranquilo. Si bien es cierto que sentarse en paz aporta muchos beneficios, no lo podemos hacer tan a menudo como nos gustaría. Nuestra vida es una sucesión de acciones desarrollándose en lugares repletos de signos, sonidos, olores y movimientos contradictorios. Pasamos mucho tiempo en medios de transporte, en la calle o en edificios públicos, sin ser realmente conscientes de lo que nos rodea a cada momento. 

La Meditación en la ciudad tiene como propósito llevar esta práctica a nuestra vida cotidiana. Integrar la agitación de nuestro entorno y aprovecharla en la meditación. Consiste en realizar actividades habituales como coger el metro, andar por las calles, entrar en un supermercado, sentarnos en un banco, etc. Todas estas acciones que normalmente se hacen de un modo automático y sin pensar, se convierten en actos conscientes. 

Transformando todos esos momentos, que antes eran como pozos negros energéticos, en potenciadores de energía, se puede disfrutar al máximo de cada instante;comer un plátano en un banco, practicar Chi-Kung quince minutos en un parque, ir a correos y luego subirnos en un autobús...

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