lunes, 22 de octubre de 2012

Los miedos de nuestro niño interior


¿Cuántas veces no hemos escuchado hablar sobre nuestro niño interno?
La realidad es que ya tiene años que se nos ha enseñado a aceptar ese soplo de energía llamado niño interno, ese pequeño que nos ayuda a disfrutar de los juegos, los dibujos animados, las risas por cualquier cosa sin sentido, el correr, saltar y disfrutar de planicies de la naturaleza, el que nos ayuda a imaginar y crear, así como que nos recuerda que enla vida siempre hay cosas positivas, sin embargo, muchas de neustras sombras son arrastradas por aquel niño, esto gracias a las experiencias que vivimos cuando éramos pequeños.

A continuación les dejo un extracto del libro de Enriqueta Olivari, donde se habla precisamente de esto, los niños interiores:

Los Miedos De Nuestro Niño Interior

© Extractos del libro, "El amor de tu vida", de Enriqueta Olivari


Sin importar qué edad tengamos, todos llevamos en nuestro interior a un niño herido.Ha sido herido por no haber sido amado, o por no haber recibido amor y cuidado del modo que él necesitaba.Uno de los pasos fundamentales para crecer y poder amarnos a nosotros mismos es conocer a nuestro niño interior, y darle ese amor que tanto necesita.  De lo contrario, nos comportamos identificados inconscientemente con él, y esto afecta a nuestras relaciones de pareja, con los colegas de trabajo y amigos.

Saber diferenciar a ese niño interno de nuestra faceta adulta es imprescindible, sino esperamos que nuestra pareja o alguien más le cuide, y proyectamos en el otro a nuestro padre o madre. Y esto está destinado al fracaso, puesto que nadie puede darle a ese niño lo que necesita. Es nuestra responsabilidad hacerlo. La mayoría de las veces que sentimos miedo, en realidad quien lo siente es nuestro niño interior.Conocer el origen de esos miedos es el primer gran paso para poder superarlos.

El niño interior tiene básicamente cuatro miedos. Uno de ellos es el miedo a enfrentar. Teme que, al hacerlo, sea rechazado. Este miedo lleva a caer en patrones de víctima, o a ser cobarde, tímido, y a sentirse inferior a los demás.Así que si percibes que no te animas a decir lo que quieres, lo que necesitas o lo que te disgusta, en realidad es tu niño interior quien te está limitando. Y si no enfrentas las situaciones desde tu adulto, y callas lo que de verdad necesitas decir, estás creando serias dificultades en tus relaciones personales, y te sentirás impotente e insatisfecho.

Otro miedo que el niño interior siente es el miedo al abandono. Esto lleva a sentir celos, a ser posesivo, y a tener la necesidad de manipular.La única manera de superar este temor es garantizarle que tú siempre estarás con él, que le cuidarás y atenderás incondicionalmente, siempre.

El miedo a la pérdida que siente este niño nos lleva a sentir una profunda inseguridad. Para ocultar este miedo, nuestro ego se disfraza de lo opuesto, y entonces adoptamos una actitud agresiva, y podemos llegar a ser incluso fanáticos.

Y el miedo a la muerte que siente nuestro niño interior se transforma en desconfianza, egoísmo, apegos, fobias e histerias. Al hacernos conscientes de cuál es el origen de nuestros miedos, podemos sanarlos desde la raíz, y para esto es imprescindible establecer una conexión amorosa y profunda con nuestro niño interior. De este modo sanamos las heridas del pasado, y podemos crear para nosotros mismos realidades libres de inseguridades y bloqueos. 

© Extractos del libro, "El amor de tu vida", de Enriqueta Olivari  Se pueden reproducir los contenidos, pero citando a la autora y el sitio: www.sanatualma.com

Es importante estar abiertos a este tipo de información, pero más importante es hacer un ejercicio de introspectiva para que, en este caso, logremos identificar que miedo tenemos más presente y con esto, poder buscar ayuda y sanarlo, logrando con esto, una mejor calidad de vida emocional, espiritual y claro, mejorar la forma en como nos relacionamos con nuestro ambiente.

Saludos!

No hay comentarios:

Publicar un comentario